27.11.13

Ganaste.

Hay viejos lugares familiares
Que ahora parecen nuevos, desconocidos.
Hay ilusiones.
Que desaparecen.

Ahora miramos
Y el ojo de la tormenta
Nos mira.

En puntas de pie
Sostengo tierra en mis manos.
Pero se me escapa por entre los dedos.

Me ahogo.
Es lento, pero irreversible.
Te digo que me ahogo.

Cada pequeña batalla es progreso.
Arrasa con todo lo demás.

Cada pequeña batalla
Tiene que significar progreso.

¿O no?
Sino no queda nada.

Pero es cierto.
Que nunca te importó
Dejarme sin nada.

Ya no vamos a estar a mano.
Lo que pasa es que me ahogué.

La tormenta no termina.
Pero felicitaciones, la guerra la ganaste vos.

¿Eso necesitabas?
Digo, para sentirte bien con vos mismo.

6.10.13

Por ti

María sacó a pasear a su perro pero su perro se escapó.
Tiró fuerte de la correa y ella no pudo sostenerlo.
El perro corrió y se alejó sin mirar atrás.

María se sentó en un banco de la plaza.
Contó a los niños que pasaban, a las familias felices.
Vio a todos los corazones que latían por todo lo que el suyo no lo hacía.
Suspiró.


Cuando su perro volvió, María estaba quieta en su lugar.
Su perro se acercó a olfatearla, y lloró cuando se dio cuenta que ya era tarde.


María murió esperándolo. 

Duele

Vení al fin del mundo conmigo
Jugate por una vez.

Esa mentira que te creíste de que el amor no existe, no existe
Esto es real, ¿no lo entendes?

Dejala en paz 
No sirve ser así.

Duele verte así.
Duele vernos así.


Duele verte.

1.10.13

(decálogo de) Conducta en los boliches- parte III

Para ir a bailar a un boliche- al menos en la ciudad de Buenos Aires- uno debe tener en cuenta varios aspectos:
1.       La entrada será siempre caótica. Aunque hay una fila para hombres y otra para mujeres, siempre se formará un híbrido de ambos géneros en la que se meten los chantas, con plata en mano, o con contactos del lado de adentro, para pasar de una.
2.       Cuando la marea humana se vuelva insoportablemente agresiva, lo mejor es correrse a un costado. Luchar contra la masa para adelantarse en la fila solo logrará un pie lastimado o incluso el aterrizaje de una piña en la cara.
3.       Calcular siempre las ganas de ir al baño. Aguantarse lo más que se pueda pero tener en cuenta que en lo que se tarda en la fila (en el baño de mujeres al menos) el pis también se acumula; así que tener una resistencia de al menos 10 minutos extra.
4.       Armarse de paciencia para los empujones y pisotadas y aceptar que es parte del ciclo de la vida que la gente no pida permiso, que te empujen hacia adelante y no hacia un costado y que cuando vos empujes para pasar, la gente te va a putear.
5.       Siempre se puede ser la excepción y pedir permiso, pero no es recomendable por el volumen de la música y uno tendría que andar gritándole a todos al oído para que se corran. A veces lo más práctico es lo mejor. Y a veces, lo más práctico es lo más irrespetuoso.
6.       Hace mucho calor siempre. El guardarropa es caro y la espera es trágica. La ropa colgando de la cintura no es canchera. La ropa colgando de la cartera es molesta y si se cae la perdiste en las tinieblas para siempre, pero parece ser la mejor solución.
7.       Va a haber ciertas personas que te van a hacer sentir que sos feo/a. No te desanimes: también va a haber mamarrachos que te van a hacer sentir re lindo/a (si no encontrás a nadie peor que vos, volvete a tu casa)
8.       A los hombres no les gusta charlar en los boliches y a las mujeres no les gusta que las saquen a bailar. Ambos géneros: entiéndanlo y convivamos en paz. O hagamos acuerdos tipo una canción charlamos otra canción bailamos, y todos felices.
9.       Hay muchas canciones que son lamentables por su lírica, así que a tener especial cuidado con eso. Lo mejor en estos casos es guiarse por la melodía y hacer como que no entendemos que en realidad la letra habla de sexo, mujeres fáciles, hombres calientes, etc.

10.   Advertencia: si uno se encuentra en estado de ebriedad, no prestar atención a ninguna de las anteriores. Probablemente la noche sea excelente. 

24.9.13

En caída libre

Desde la cornisa pasa el universo y yo observo
Llegaste (porque vos sos el universo).

Espero mientras el tiempo pasa y la tierra a mis pies va cayendo
Te espero (a vos).

Mi reloj de pulsera calcula cada cuánto te acercas
Y mi piel me indica cuánto lo haces.

Podría darme vuelta e irme, pero ya llegué hasta el borde y
Prefiero esperar- te.

Nunca había llegado tan lejos y caería con un vientito
Pero podemos caer juntos (y ahí no me importaría nada).

Quedé en un limbo
Solo tenes que venir y empujarme (o tirarte conmigo).

23.9.13

Haikus 3

I.
La verdad es que
Me despertas instintos
Muy asesinos.

II.
Quiero olvidarme
Tu cara es mi tormento
Y el paraíso.

III.
Te odio tanto
Te doy mucha importancia
Y te odio más.

IV.
No hay futuro
Me dejaste un desierto
Y muero de sed.

V.
Es por tu culpa
No puedo vivir así
Desaparecé.

VI.
¿Por qué estás acá?
No sos un espejismo
Sos una ilusión.

VII.
No te quiero a vos
Quiero la idea de vos
O lo que eras.

VIII.
No te soporto
Estás en todos lados
Y ya no es sano.

IX.
Miraba el cielo
Disfrutaba del día
Y apareciste.

23.8.13

Hola Yayoi, creo que te entiendo

No me vengas con los puntos,
Y no me digas algo que no es.
ESTO es una obsesión infinita.

Querer disfrutar y no poder porque algo te persigue como una pesadilla.
Estar bien y acordarte y sentir odio.
Enojo en el centro mismo de tu existencia.

Me persigue y no puedo escaparme.
No puedo borrar ni tirar la hoja al tacho.
Vos al menos te hiciste famosa (y millonaria).

Pero, ¿qué hago yo con esto?

Nada. No hay salida, Kusama. No hay salida.

Sobre la voluntad y el olvido

Y no es que me guste escribir poesía.
Es que mi cuerpo me lo pide porque el tuyo no está.

Ni cerca ni lejos.
Simplemente no está.

No es que me guste vomitar pedazos de mi alma.
Es que no me queda opción.

Y no es trate de olvidar y no pueda.

Es que no quiero hacerlo.

15.8.13

Haikus 2

I
Quizás dudando
Unas cuantas certezas
Alcanzaremos.

II
Si vas a venir
Que sea para siempre.
¿O te digo adiós?

III
Tanta tormenta,
Tenías que aparecer,
Y un rayo de luz.


VI
No me interesa,
Hace lo que desees,
Mejor andate.

V
Ser un títere,
¿Querés ser o no querés?
Viví tu vida.

VI
Jugué un rato,
Con ingenio y orgullo.
Pero agota.

14.7.13

El colegio

Volver. Caminar por sus pasillos otra vez, sentir el eco de un edificio que no fue hecho para gritar.

Ir al patio, ver las paredes despintadas de los edificios adyacentes, las ventanitas que se asoman desde el otro lado, esas que se llenan de flores de papel en primavera.

Poder ir de un lugar a otro sin tener que pedir permiso. Pasar por entre las clases en horario de clases y asomarse a ver quién está adentro.


Que suene el timbre y sentir un motor interno sacudirse: somos el mejor ejemplo en la teoría de Pavlov.


Querer encontrar la biblioteca, pero la mudaron a otro piso. Notar en las caras una expresión de confusión cuando te ven. Son los segundos que tardan en reconocerte.

Resulta increíble pensar que una inmensa parte de nuestras vida las vivimos ahí adentro. Parece solo el principio, pero más bien es el origen. Y parece anecdótico, pero es definitivo.

Estar ahí cuando era mi momento se sentía bien. Era mi dominio, el lugar en donde yo tenía el control- aunque tuviera que seguir reglas muy estrictas.

Ahora estoy en la vida real, y vuelvo al colegio para sentirme una intrusa. Esas paredes ya no me pertenecen, esas clases tampoco, ni esas escaleras, ni la capilla, ni el salón de actos, ni los baños ni el bar ni el banco en el que escribí con liquid paper alguna vez. Nada, absolutamente nada es mío ni me corresponde.

No es mi lugar, y aunque me reciben como siempre hay algo que cambió. Parece que fue hace siglos. Ya no soy parte.

Pero por una vez, me siento bien quedándome afuera. Está bueno no sentirme parte.

Quizás, porque al verme tan lejos de esa realidad me doy cuenta de lo mucho que crecí.

4.7.13

Mentiras que son verdad

Lo veo en pasado y desde afuera. Con cada segundo me duele más la panza: tengo miedo. Me hago ilusiones por no querer hacerme ilusiones y al final, el cerebro me termina jugando en contra.

Es como antes. Mejor que antes. Mejor que lo que fue siempre. Afuera escucho gente gritando, pero en realidad no importa nada. Solo lo inmediato.

Me divierto y siento que la estoy pasando bien pero al mismo tiempo sufro, porque sé que voy a llegar a mi casa, me voy a tirar en la cama y voy a llorar por lo que pudo haber pasado pero que no pasó. Este es un cuento que parece no tener final.

Estoy ahí, casi que lo puedo tocar con las manos pero se desvanece en unos segundos. Es previsible pero yo soy débil.

Llego a mi casa triste y cansada, porque la historia se repite, porque quizás nunca pase lo que quiero que pase, porque hay algo que nos nubla la vista y nos hace repetir a todos una serie de mentiras dichas a la fuerza. Mentiras que por inercia ahora creemos como verdades.

Esto que me pasa es una desgracia de la que no puedo ni quiero escapar.


Es un problema sin respuesta, porque volvería a mi casa triste y cansada todas las noches que me quedan de vida, solo con tal de tener estos instantes sagrados.

29.6.13

Haikus I

1.
En el colegio
Odiaba la poesía
Mírenme ahora.

2.
Cerca es lejos.
Dos polos que se atraen:
No deberían.

3.
No es por diversión
Pelear lo inevitable
Es vida o muerte.

4.
Y desafiarla,
A la naturaleza.
Pero es muy sabia.

20.6.13

Algún día

Va a llegar el día en que esto se acabe y todo será como antes, solo que mejor.
Espero ese momento con muchas ansias, pero con la suficiente cautela como para no tener que poner mi vida en pausa hasta que pase.
No creo en lo grande, no me imagino nada trascendental. Con lo chiquito me alcanza.
Estas ganas que tengo adentro mío, esta promesa interna que consiste en no defraudarme, todo lo que me pasa lo guardo como un pequeño tesoro, prueba de que nada de esto es un capricho. Que ya pasó algo y eso no me sacó las ganas: al contrario, las ganas crecieron. Ahora ya sé lo que se siente y no me conformo con un simple recuerdo.
Vivir en el presente, confiando en lo que vendrá y hacer eso recordando el pasado. Esa es mi fórmula. No es mágica, es bien simple y sana.
Porque me permite amar sin sufrimiento.
Lo dice una gran canción:
Tarda en llegar y al final, hay recompensa.

12.6.13

Conducta en los boliches. Parte II

El hombre empieza bien arriba porque llega con todas las pilas, con todas las sustancias posibles ingeridas en su organismo, con el autoestima por las nubes y con ganas de volverse a su casa con una mina que esté buenísima. 
La mina también llega en la misma situación, tambaleándose en sus tacos de mil centímetros y con ganas de bailar, que se le acerquen pibes así los rechaza, hasta que venga uno que le parezca adecuado. 
Se les va pasando el pedo y su confianza disminuye. Se dan cuenta que nadie les da bola y sigue bajando. 
Llega hasta un punto límite en el que se dan cuenta que solo les queda: 
Para el hombre, volver en cero o bajar los estándares.
Para la mujer, resignarse a divertirse entre amigas.
El hombre baja los estándares y ahí vuelve a la acción. Recurre a gorditas o morochitas, esas que son divertidas para contar como anécdota entre amigos. Después de lograr su objetivo se siente satisfecho. Pero más tarde, cuando el pedo se le fue completamente, se da cuenta de lo que hizo y piensa: el horror. Pero qué más da, al menos alguien le dio bola.
Lo mismo piensa la chica que se había resignado pero que al final de la noche se le acercó uno a chamuyarla: se va feliz porque alguien le dio bola.
Cuando no se dan estas circunstancias ni sus variantes, entonces hay desilusión, bronca, es un golpe bajo, más bronca, noche al pedo, soy feo/a, soy un fracaso, resaca de sábado totalmente al pedo. 
No debería ser ni tan difícil ni tan doloroso llegar a esto para sentirnos bien con nosotros mismos. 

4.6.13

Un desierto

Me dejaste sin palabras.
Y sin embargo acá estoy, escribiendo.

Tenía novelas enteras en mi cabeza y poemas y frases.
Pero me robaron todo.
Y me lo robaron antes de que yo existiera.

¿Cómo?
¿Cómo encontrar las palabras?
Todo lo que te quiero contar, ya está contado.

En alguna parte del mundo, en algún momento de la historia.
Me dejaste sin palabras.
Un agujero negro que absorbe lo que lo rodea, eso sos.
No me quiero ir. No me arrastres.

Y después de todo, acá quedo yo.
Desnuda.
Porque todo lo demás ya te lo llevaste.

24.5.13

El poder de informar

Dejame que te cuente por qué mi trabajo es tan importante.
La información es poder, ¿verdad? Es así porque es un bien escaso al que solo unos pocos tienen acceso, y con la información se pueden hacer acciones: se puede decidir qué hacer y qué no, se forman ideas, se cambian realidades.
JJ Rendón, consultor político venezolano, dice que no involucrarte en la realidad de tu país es como estar muriendo desangrado pero no querer hacer nada porque claro, “la sangre te da asco”. Es exactamente lo mismo.
Entonces, despertate. Hacé algo. No dejes que las cosas sigan su curso solas. Involúcrate porque realmente, ¿cómo te miras al espejo sin culpa? Yo, al menos, no quiero crecer, tener hijos y que ellos me pregunten qué estaba haciendo yo mientras mi país se iba al tacho. Si no sos egoísta y te chupa realmente un huevo que las cosas estén mejor, entonces sé generoso y hacelo por el futuro de tu familia. Y me gusta creer que todavía hay gente honorable que lo haría por amor a la patria. Pero digo: a la patria, al Estado nacional. No al gobierno de turno.
Si leíste hasta acá y decidiste que querés hacer algo, nada mejor que empezar por informarte. Lee, investigá, analizá hechos que pasan todo el tiempo. Si hay algo que no falta en este país son novedades.
¿Para qué te va a servir, pensas? Puede que sea ingenuo, sí. Pero al menos vas a tener la conciencia tranquila de que sabías lo que pasaba, estabas al tanto de lo que te rodeaba. No te pido que salgas a la calle a protestar ni te pido que te metas en un partido político (aunque si queres, podrías hacerlo). Simplemente mantenete al tanto.
Y acá estoy yo, para que lo hagas. 

13.5.13

El ocaso del héroe


Un “buenos días” fue todo lo que necesité para entender. Pasó por al lado, con un caminar cansado y  la mirada triste y sentí algo que no había experimentado antes.
El gran señor que hace temblar a todos ya no es más quien solía ser. No sé. Lo miré fijo a los ojos, porque no puede ser que siempre que se me acercaba yo bajara la mirada. Y esta vez no solo la mantuve: por un segundo pude sentir su sufrimiento, su miedo, su dolor. Él no quiere envejecer más. Ya llegó a la cornisa de su vida y le es suficiente con mirar desde arriba. No quiere caer, no quiere sentir el vértigo como una punzada en el centro de su ser.
¿Pero cómo puede ser que antes imponía el miedo y ahora ya ni ganas de eso tiene? Disfruta que lo escuchen y también le divierte encontrar potencial en los jóvenes. Pero está cansado.
Su forma de caminar cambió. Su cuerpo no aguanta el peso como antes: tiene una faja alrededor de su cintura que se lo recuerda a cada minuto. Su mirada ya no te penetra.
Tiene unas ganas atolondradas de retirarse a descansar frente al mar, leer y leer y que nadie lo moleste. Escapar de esta ciudad.
Pero el deber llama y él no puede ignorarlo. Su sentido de seguir siendo quien fue es más fuerte. Espera que nadie lo note, que nadie observe cómo su cuerpo se ha deteriorado, porque el cuerpo es el mayor prejuicio y la peor barrera entre las almas.
Me duele saber que una mente tan poderosa esté encerrada en un cuerpo que tiene fecha de vencimiento. Me preocupa y me desespera. Pero no entiendo bien por qué, si lo supe siempre: al final, todos nos vamos de la misma forma. 

9.5.13

Ella sigue viva


La mano reseca empuñando el revólver. El brazo consumido y la piel que sobraba sosteniéndose por una soga invisible. El cuerpo diminuto; el cuerpo imponente por ese revólver. El semblante serio, el ceño fruncido, la boca bien cerrada. Los ojos dispuestos. Eso fue todo lo que vio. ¿Se entiende? No era una persona que sostenía un arma apuntando hacia ella. Eran la mano, el brazo, la piel, el cuerpo, el semblante, el ceño, la boca, los ojos. Por separado y al mismo tiempo unidos en ese potencial de muerte.
“Me marcó, no lo puedo creer. El hijo de puta me mandó a marcar”, decía aquel hombre que ante sus ojos ya no era su compañero de toda la vida. Un criminal, sí, eso era. Un mentiroso. Y seguro que no la amaba. Sino no lo hubiera escondido. ¿Pero qué es lo que la enojaba tanto? ¿El hecho o la mentira? “Dormí con vos todas las noches de mi vida durante 10 años. No sé qué decís, si el hijo de puta sos vos. No puedo creer que me expusiste a eso. Ese viejo me mataba”, lo acusaba ella.
Era una noche cualquiera, volvían de comer con amigos y no hacía frío; se soportaba con un abrigo ligero. Hacía mucho tiempo que no salían y la pasaban tan bien. Pasaron por el quiosco. Era obligatorio comer un chocolate antes de decirse buenas noches, y casualmente se estaba acabando el que tenían en su mesita de luz.
Él le decía riéndose y mientras pagaba: “Yo todavía no puedo creer la cantidad de boludeces que dice este tipo. Y cómo me hace reír con todas esas boludeces”. Ella también reía. Tenían un gran grupo de amigos. Pensó en lo simple que era sentirse bien y en cómo la felicidad son micro-momentos y no estados indefinidos del alma.
Caminaron media cuadra y una camioneta negra embistió con toda hacia la calle que venían. Frenó unos metros más adelante que ellos. Se abrió la puerta de la derecha, salió un tipo bajito, con un traje que le quedaba grande. La apuntó con la mirada penetrante y con un revólver en la mano. Ella pegó un grito casi sordo, él la resguardó con su cuerpo. Ella le clavó las uñas en los brazos. Hubo un silencio desgarrador que pareció eterno. De la nada, el tipo se volvió a subir al auto y en tres segundos había desaparecido de su vista. El corazón se le estaba por salir del pecho.
La mano reseca empuñando el revólver. El brazo consumido y la piel que sobraba sosteniéndose por una soga invisible. El cuerpo diminuto; el cuerpo imponente por ese revólver. El semblante serio, el ceño fruncido, la boca bien cerrada. Los ojos dispuestos. Eso fue todo lo que vio. ¿Se entiende? No era una persona que sostenía un arma apuntando hacia ella. Eran la mano, el brazo, la piel, el cuerpo, el semblante, el ceño, la boca, los ojos. Por separado y al mismo tiempo unidos en ese potencial de muerte. Su muerte.

1.5.13

Conducta en los boliches


A quien corresponda:
Mi nombre es Sofía, tengo 20 años (sí, qué loco, ya entré en mi tercera década) y me gustaría acercarle un par de observaciones con respecto al comportamiento masculino en boliches.
Para empezar, quisiera aclararle que mi análisis está basado puramente en experiencias, y por lo tanto, es absolutamente subjetivo. Con esto pretendo zafarme de juicios posteriores.
Hay dos tipos de hombres: los que van a bailar y los que no. Se sabe, porque la vida nos enseña, que quienes van a bailar son parte de una masa relativamente homogénea, que se nutre de sí misma o que al menos busca hacer eso. Resulta complicado separar a hombres que tienen intenciones reales de desarrollar una relación con mujeres de aquellos que tan solo buscan acción efímera.
Nunca faltan los que te frenan bruscamente, se te ponen a charlar, y como estás con una amiga, ves cómo el famoso “wingman” la intercepta. Así se inicia lo que se podría conocer como una doble pareja. Los cuatro salen ganando. Pero el problema está en que estos hombres ansiosos por carne femenina nunca tienen en cuenta los intereses de las muchachas en cuestión. Pongamos un ejemplo: el wingman se me acerca (para bancar a su amigo, pero posiblemente para conseguir algo él mismo) y yo le digo que me duele mucho la cabeza (lo cual es cierto, ¿por qué le mentiría con esa estupidez?). Su respuesta: “Quizás un beso pueda ayudar”. Mi cara: de orto. Su reacción: acercarse a mi cara. Mi respuesta: “Eh… me parece que no. Me voy al baño, chau”. Su cara: de orto. Su puteada: "La concha de tu madre".
Otros clásicos son los que te sacan a bailar. ¿Realmente piensan que me divierte bailar un rato canciones de mierda con un perfecto extraño? Encima se ofenden cuando la reacción de la mujer es negativa. Discúlpeme, buen hombre, pero no se lo tome personal.
Lo que todos los hombres que van a boliches deberían saber (aunque sospecho que capaz ya lo saben) es que nunca- nunca- van a encontrar a una mujer que valga la pena en un lugar así. Y si lo hacen, no les va a dar bola. Porque absolutamente todas las tácticas para conquistar a una mujer en antros con música fuerte rozan lo trillado-grasa-aburrido-ridículo-y otras categorizaciones imposibles. Y la mujer que vale la pena lo sabe perfectamente.
Espero que con esta carta se logre hacer algo al respecto. Mi preocupación ha alcanzado niveles altísimos y temo por la humanidad y su retroceso hacia lo animal.
Desde ya muchas gracias.

29.4.13

Sobre el amor a primera vista


No por favor, no te vayas.
Acabo de ver pasar mi vida
Junto a la tuya.

Miré a través de tus ojos y sé que sentiste lo mismo.
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué seguiste de largo?
Dale, frená. Peleá por mí.
Quedate conmigo.
Traté de quedarme seria pero fue inútil.
Me sacaste una sonrisa.

Ahora me acuerdo de vos y mi mente vuela.
Te juro que ví un futuro para los dos.
Cierto. Tangible. Feliz.
Aunque callé, en realidad quería que te quedaras.

Es verdad que existe el amor a primera vista.
El problema es que casi nunca se concreta.
No sé ni tu nombre, sos tan solo un rostro.
Y mi consuelo es poder abrazarte en sueños.
Mi consuelo es que nuestra vida juntos esté navegando dormida por algún mar de mi cabeza.
Y se despierte cuando duermo.

Es lo único que me queda.
Lo único que puedo hacer.
Al final, siempre fue cierto:
Solo recordamos lo que nunca sucedió.

25.4.13

El papelón de Lorenzino


A ver, lo de Lorenzino es una vergüenza y no solamente por el hecho de que no podes cortar una entrevista de la nada. La periodista griega al final dice algo así como “yo no puedo no preguntar sobre la inflación, es como no hacer mi trabajo”. Y tiene razón. Es una falta de respeto hacia la periodista que le hace las preguntas. Si el tipo no está preparado para eso, entonces que no acepte. No tiene sentido, ¿cómo pretendía safar de esa? Era OBVIO que le iban a preguntar sobre la situación económica del país. Encima admitiendo que no lo hablan ni con los medios argentinos se está arruinando solo. Ahí hay algo sospechoso.
Cada vez que me pongo a pensar en qué dirán las personas kirchneristas en situaciones como esta mi cerebro hace exceso de funcionamiento y se apaga. Porque realmente no puedo entender cómo alguien puede apoyar a un grupo de personas que pone al frente de la economía a este mamarracho.
Me da mucha vergüenza que en otros países se queden con esta imagen de nuestro país. Porque es mucho más que esto. Es mucho más que la burrada de un personaje sin cerebro que está pintadísimo en la política. Y es mucho más que la escoria que nos gobierna. Son lo peor de la sociedad, son personas que están dispuestas a hacer LO QUE SEA con tal de mantenerse ahí arriba, y personalmente nunca voy a confiar en nadie que ponga los medios a merced de los fines.
Nuestro país es mucho más que esas caras que no paran de hacer papelones, de esa manga de cerebros calculadores que parecen tener todo pensado pero que después hacen cosas como esta. Me lo repito a mi misma porque no puedo quedarme con este sabor amargo. Estoy programada para buscarle el lado positivo a todo, pero realmente con esta mentira que nos quieren hacer tragar por la fuerza, se me complica. Se me complica y me preocupa, porque dicen que lo último que se pierde es la esperanza. Pero cuando hasta se pierde eso, ¿qué pasa después?

22.4.13

Fruta a cuerda


A veces quiero apretar el gatillo,
Quiero que te despiertes aunque sea por la fuerza.
Pero después me arrepiento.

Quiero agarrar tus párpados y dejar tus ojos abiertos hasta que te duela.
Quiero que seas el pequeño Alex.
Pero eso te dejaría sin voluntad propia.

Date cuenta solo,
No es difícil.

Hacelo, ¿por qué no?

Despertate.

Soy esa ilusión,
Ese ideal,
Ese símbolo de todo lo que podría ser bueno para vos.
Pero no,
Soy el reemplazo.
Soy lo que te falta.
Soy el pedazo que llena tu vacío.
Soy el pedazo que hace mi vacío.

Despertate.
Yo vengo con insomnio desde hace tiempo.

17.4.13

Mientras no tengas rostro II


Basta es la única palabra que sale de mi boca
No quiero seguir así
Ni tampoco puedo.

Todo lo que siento son fragmentos de ilusiones,
Proyectos pasados al negativo.
No quiero quererte más.
No me gusta tu actitud.
No me interesa que seas parte de mi vida.

Necesito que te mires al espejo.
Y respondas.
¿Podrás hacerlo?
Mientras no tengas rostro al que mirar, ¿podrás hacerlo?

Sé que romperías el vidrio con tal de no llegar a eso.

Porque así sos vos.
Un ciego que te quiere arrancar los ojos.
Que te quiere contagiar de su ceguera incontagiable.
Un virus mortal que arrasa con todo.

Me dejaste páginas mojadas de un libro ilegible.
¿Y ahora qué?

15.4.13

En mis mejores pesadillas


¿Por qué?
Trato de acercarme pero cada vez te veo más lejos.
Es un mal sueño.
Corro y corro para alcanzarte,
Y solo me encuentro con espacios vacíos,
Que bien podrían ser mi alma.

¿Sabes?
Las caricias podrían curarte.
Pero no.
No me dejas.
Sos el universo,
Expansivo,
Inabarcable.

Tengo en mi centro una advertencia.
No te merezco,
No me querés,
No te importo.

Me cansé,
¿Tiene devolución?
Digo, este amor a medias.

En mis mejores sueños estoy cerca de alcanzarte,
En mis peores pesadillas te alcanzo,
Y te pierdo.

Pero no tiene importancia, ¿entendes?
Esto es la realidad y estoy lejos de todo,
En especial de vos.

2.4.13

#Inundación


La siguiente lista es tan solo una ejemplificación de los contrastes en las situaciones de las personas. Básicamente, es una muestra de los niveles de pelotudez a los que puede llegar el ser humano.
Estoy de malhumor por varios motivos. Veamos:
1) me volví de mi fin de semana muy temprano;
2) dejé a mi gata en Pilar y hoy me va a costar mucho dormirme sin ella;
3) me olvidé el ipod;
4) llegué a la conclusión que no hice nada productivo en todo el fin de semana (que, vale aclarar, duró seis días);
5) estoy con problemas de dolores en todos lados;
6) mañana tengo que quedarme en la facultad hasta un horario indefinido, probablemente hasta después de las 5 de la tarde;
7) mi día no termina acá, a las 9 me tengo que ir a lo de mamá a cumplir responsabilidades de hija y hermana.

Ayer se largó a llover a las 18:00 hs y desde entonces no paró de caer agua del cielo, hasta la 01:00 AM aproximadamente. Hoy me desperté y mientras tomaba un café ví en las noticias: murió electrocutado un trabajador, dos murieron ahogados, miles de autos flotan por ahí, gente tiene que ser rescatada de entre los mares de la calle.

Y yo quejándome de mi vida.

25.3.13

Buenos Aires Ciudad IV


Voy por la calle y a veces me quedo sin batería en el teléfono. Por lo que tengo que usar un poquito lo que tengo a mi alrededor para entretenerme.
Por unos instantes en los que voy camino a casa, la ciudad de Buenos Aires me parece fantástica para inventar historias o simplemente imaginarlas.
No es que antes no lo sea. Sino que ahí es cuando tengo el tiempo para pensar más y mejor.
Me causa gracia cómo algunas vidrieras están tan bien decoradas que me hacen quedarme viendolas como hipnotizada durante un rato… hasta que vuelvo a mis cabales y me doy cuenta que estoy mirando fascinada una vidriera de MUEBLES.
Esa gente que nunca observas cuando vas con el teléfono en la mano, esa gente que siempre molesta pero cuya ineptitud dejamos pasar… se concentra toda cuando vas apurada. Querés pasar a la gente que va lento, no podés y te sentís un auto. Hasta que a la izquierda se abre un hueco y te escabullís con una maniobra rápida y efectiva. Bingo.
En fin, veo gente paseando cachorritos y pienso “ay quiero comprarme un perro!!!!!!” y después me acuerdo que tengo un gato. Y como si estuviera casada me avergüenzo de solo imaginarme que mi gato se enterara lo que pensé. Porque querer un perro teniendo un gato debe ser la traición máxima en la escala de traiciones felinas, supongo.
Veo a chiquitas de 11 años con más gomas que yo y me da pena porque los chicos a esa edad son malos y no tienen filtro… y seguro se burlan de ellas. Pero después me miro a mí misma, y PF, quién soy yo para decir que me dan pena? Lo mío es lo que da pena, si tengo menos que ellas!
Me cruzo con madres con niños que lloran por idioteces y rezo para que:
a) No me toque un niño así cuando tenga hijos;
b) En el pasado yo no le haya hecho pasar semejantes papelones a mi mamá;
c) Esas pobres mujeres que tienen demonios por hijos tengan paciencia suficiente y también el coraje para bajarlos de un bife.

Pasan colectivos a mil por hora y espío las caras de quienes viajan en ellos. Y como una inception de pensamiento espontáneo, me acuerdo de las cosas que se me ocurren cuando soy yo la que viaja en uno.
Pero ese ya es otro tema.

24.3.13

Pequeñeces


Me encanta volverme consciente de esas cositas de la vida que nos hacen sonreir.

Como esos momentos en los que escuchas una conversación ajena que es muy curiosa.
O cuando haces algo con esfuerzo y alguien más te lo reconoce, y te felicita por eso.
O también esa felicidad interna de cuando estamos con amigos. Cómo no escondes nada de lo que sos. Como sos vos mismo.
O sino, cuando escribís con esas biromes que son tan suaves que hacen que tu letra fluya mucho más fácil, y parezca más linda.
Las comidas familiares multitudinarias y el momento del postre en que todos están a los gritos para ver qué quieren.
Estacionar el auto y que quede perfectamente ubicado como tiene que estar.
Ver a un cachorrito respirando mientras duerme.
Despertarte mucho más temprano de lo que tenes que hacerlo y volver a cerrar los ojos con el placer de pensar:”ahh, todavía me quedan 3 horas más de sueño”.
Estar presente cuando le haces un regalo a alguien que SABES que le va a gustar porque lo compraste especialmente. Y ver la cara de sorpresa y felicidad de esa persona.
Ganar una apuesta. O a veces simplemente tener la satisfacción de poder decir: “te lo dije”.
Comer cuando tenes mucha hambre y hay comida muy rica en tu casa.
Cuando alguien te da un cumplido no convencional. Del estilo: qué rico olor que tenes/ qué risa contagiosa tenes/ me gusta tu letra/ tenés mucha onda para bailar/ etc.
Estar en una clase y decir “wow, qué copado esto que estoy aprendiendo”.
La descarga de tensión momentánea cuando tipeas en la computadora.
Meterte en el auto cuando hace mucho frío y prender la calefacción.
Despertarte después de una buena salida y acordarte de todo lo que pasó y reirte mucho.
Meterte en una pileta de noche.
Wi- fi gratis.
Llevar algo a algún lado “por las dudas” y usarlo. Y después decir “menos mal que lo traje”.
Encontrar el borde de la cinta scotch.
Cuando te dicen que se acordaron de vos por algo.
Irte a dormir y que las sábanas estén recién lavadas.

Darte cuenta de esa voluntad que tenemos como seres humanos de querer salir adelante siempre.
De disfrutar las pequeñas cosas que nos hacen felices.
Que al final… tan pequeñas no creo que sean.

20.3.13

Una bola de nieve


Tengo una bola de nieve metida en el centro de mi ser.
Es una bola que está mezclada con tu cara, mi odio, tu indiferencia, mi decepción.
Y es de nieve porque se formó con tu frialdad.

Creo que lo que tengo acá metido adentro podría ser algo bueno.
Pero no.
No sé qué es.

Siento que este nudo me serviría para algo.
Para reciclar lo malo en bueno,
O para escribir algo mágico.
Pero acá no hay magia.

Se me ocurre que tenes una idea fija en tu cabeza.
Y cruzo los dedos para que se vaya.
Pero dentro de esa bola de nieve está la certeza de que no se va a ir.
Al menos no por ahora.

Ya no sé qué más hacer.
O dejar de hacer.
Para que vengas.
O vuelvas.

14.3.13

¡El Papa es Argentino!

No lo sé, quizás por mi deber de periodista me gusta leer y leer e informarme antes de sentarme a sacar conclusiones. Y como siempre digo: la calidad es mejor que la cantidad. En el fondo, no se trata de cuánto averiguemos del tema. Sino qué. 
“El Papa es argentino”. Inevitablemente se me viene a la cabeza la famosa frase relacionada con el mundo futbolístico que dice “Dios es argentino” y me causa gracia. ¿Qué tantas señales premonitorias había? Parece chiste que el Papa sea el representante principal de Dios en la Tierra, y que muchos años antes hayamos anunciado aquella frase en forma anecdótica. 
¿Pero qué significa, después de todo, que el Papa sea argentino? Y no me refiero a lo importante que es para el país, para que nos conozcan y nos reconozcan, para renovar la esperanza, etc. Me refiero a las consecuencias que va a traer. 
Después del impacto inicial: ¿Qué sigue? ¿Cómo sigue? Nadie puede tener la certeza. Por la cara del cardenal Bergoglio- ahora Francisco- apenas salió al balcón creo que ni él lo sabe. 
Yo no tengo idea pero porque aun soy joven y quizás no pueda medir el impacto de un hecho como este.
Académicos, profesores, politólogos, expertos, religiosos no pueden saberlo porque la historia se hace de a poco, y en el fondo nadie puede predecir el futuro.
La presidenta de La Nación, que tantos cruces ha tenido con él, tampoco puede hacer conjeturas. Su relación va a cambiar, inevitablemente.
Francisco no tiene cómo saberlo.
Ni los cardenales que lo eligieron tienen cómo saberlo.
¿Significará un cambio real para la Iglesia? ¿Una renovación, una reforma radical? ¿O seguirá siendo lo que fue?
¿Habrá sido un buen augurio la humildad que expresó el Papa Francisco al pedir que recen por él y al vestirse todo de blanco, sin ornamentos?
¿Finalmente nos tendrán en cuenta mundialmente más allá de nuestros logros deportivos?
¿Podremos dejar de lado nuestra incapacidad para vivir socialmente y aprender, como los jesuitas, a respetar y ser generosos con el prójimo, especialmente el que más lo necesita?


Solo tengo una certeza: sin lugar a dudas lo que se anunció ayer es el hecho más importante que le tocó vivir a la Argentina históricamente a nivel mundial.

La magnitud de toda esta vorágine me revuelve el estómago- en el mejor de los sentidos y en el peor de los sentidos. 
Ya está, ya lo sabemos. Ya el planeta entero lo sabe.

¿Y ahora?


Ideas, palabras, lágrimas


Esa idea en mi cabeza,
Tóxica,
Como vos.

Aquellas palabras que salieron de tu boca,
Extrañas,
Dolorosas,
Como nosotros dos.

Esas lágrimas 
Que eran tuyas y ahora son mías,
Siempre estarán.

Esa idea que vos tuviste que ahora yo tengo y no me puedo sacar de la cabeza
Maldita
Imborrable
Absurda
Y sin embargo, definitiva.

Esas palabras pronunciadas que salieron de tu boca
Destruyeron mi idea
Reforzaron mi idea
La crearon.

Esas palabras de sentencia
Hicieron correr mis lágrimas
Que eran tuyas pero ahora son mías.

Y que siempre serán de alguno de los dos.

13.3.13

Sobre mi gato

Mi gata está loca.
O poseída.
Sino no hay otra explicación posible de porqué de repente se escapa de mis brazos y corre por toda la casa.
Mi gata es una histérica.
Me acerco para acariciarla y se escapa.
Me quiero poner a leer un libro en la cama y se me acuesta encima para que no pueda leer.
Gatos. Quién los entiende.
No nos mintamos. Nadie que tenga gatos termina de entenderlos.
Creo que ni siquiera Hemingway lo hizo.
Y eso que tenía como 40.
No sé porqué me gustan pero tampoco entiendo porque hay gente que los odia.
Mi gata, Greta, está poseída pero no me importa porque es como un peluche al que le puedo hablar y no quedar como una desequilibrada.
Es toda negra y la gente siempre reacciona mal porque “ay, son mala suerte”.
Pero qué me importa la suerte. Nunca la tuve y no la necesito.
Mi gata está loca porque me ataca los pies mientras duermo.
Maúlla sin motivo aparente. Y no está en celo.
Cuando escucho música fuerte y bailo ella me mira como si la que estuviera loca soy yo.
Aunque capaz un poquito de razón tiene.
Mi gata es sabia. Muy sabia.

10.3.13

Es tan solo la historia repitiéndose a sí misma

Bueno, murió Chávez.
Probablemente si me quiero poner a hablar de política caiga en los lugares comunes y termine repitiendo todo lo que escuché por ahí.
No voy a hacer eso.
Voy a ser sincera conmigo misma y con los demás y voy a decir que lo que me llama la atención de todo lo que ha estado ocurriendo esta última semana es la polarización llevada a extremos impensados.
Sé de gente que festejó a los gritos y decía que iba a abrirse un champagne esa misma noche.
Y después veo los carteles en la vía pública de la Presidencia de La Nación en los que afirman que Hugo Chávez fue una figura admirable y un modelo indiscutible para seguir. O veo imágenes desde Venezuela de gente llorando desconsoladamente.
Parece mentira que una misma persona pueda causar tanto odio y tanto amor.
Y lo que resulta ridículo de todo esto es que hay una especie de ceguera extendida que no deja ver más allá a quienes opinan sobre el tema. Son muy pocos los que dan un paso afuera y ven lo que pasa con un poco más de cautela.
No juzgo. Es totalmente comprensible que ocurra. La historia se hace así.

¿Cómo tomar posiciones en este juego, cuando ambas son válidas? ¿Y cómo puede ser que haya dos lados rivales y nunca ninguno vaya a tener toda la razón?
El problema es que la gente se ensimisma tanto en sus ideales, sus valores, en lo que cree, que cuando planteas la posibilidad de que admitan la validez (ni siquiera digo verdad) de un punto de vista diferente, se ponen a la defensiva.
Yo creo que cualquier figura histórica/ política/ de lo que sea que produzca tantos sentimientos y tan dispares, es una figura que vale la pena reconocer.
Todo esto ya pasó y todavía pasa.
Es tan solo un poco más de historia repitiéndose a sí misma.
Pero con suerte, alguna vez aprenderemos.

4.3.13

Aquí y ahora


A partir de ahora todo va a cambiar.
Es algo que no puedo explicar, simplemente lo siento bien adentro. 
Y cuando digo todo… es todo. 
No sé porqué será que uno sabe estas cosas aun sin pruebas.
Hace ya algunos años escribí sobre los puntos de quiebre en la vida. Hoy tuve uno muy importante. 
Me hizo tomar conciencia de la edad que tengo, de las responsabilidades que tengo la capacidad para enfrentar, de todo lo que se me viene encima. Hablando con amigas decíamos que a los veinte años es la edad en la que mejor vas a estar en toda tu vida. Y yo realmente lo siento así. Con cada parte de mi ser disfruto del estar viva cada segundo que pasa. 
Y el punto de quiebre me sirve, aunque duela, para vivir más en el presente, menos preocupada sobre el pasado y no tan pendiente del futuro. 
El 2013 se viene con toda. Así que prepárense.

28.2.13

Por vos


Se fue filtrando muy sutilmente
Esa idea de que todo era mejor 
Y por más que me veía a mi misma girando,
Igual tenía la esperanza de que vinieras
Que me sacaras una sonrisa igual que antes.

No sé porqué me dejé contaminar por esa idea 
No entiendo porqué hice de esa idea un virus que se expandió por todo mi ser.
Respiro, inhalo y exhalo para que se vaya,
Pero no hay caso.

Y soy tan terca que aunque me siento mejor cuando no estás,
Prefiero decir que te necesito.
Que lo necesito. 
Porque sufrir siempre es más fácil que ser feliz.
Porque sufrir, llorar, sentir dolor…
Es estar viva.

21.2.13

Yéndote

La ingenuidad me hizo creer que iba a caer en las tinieblas.
Que todo se iba a volver blanco y negro.
El masoquismo me metió la idea de que solo encontraría sufrimiento por más sufrimiento.
Que todo
(Todo)
Iba 
A dejar
De girar.


Pero ya me ves, sigo girando.
Y ya me ves, mi vida no es lo que pensé que sería.





Es mejor.

20.2.13

Fue

Entro en trance y trato de hacerlo.
Trato de escribir sobre algo que nunca me pasó.
Paro,
Y vuelvo a escribir,
Paro.
Quiero escribir sobre lo que no siento.
Para saber que se siente.
Quiero ponerme en la piel de alguien más y mutar.
Cierro los ojos,
Paro.
Y solo por hoy no ser más yo.
Solo por hoy,
Transformarme,
Ser un títere,
O una máscara.
Quiero escribir sobre algo que nunca me pasó.


Pero no puedo. Por vos ya cambié más de mil veces. 

Así que pará vos

15.2.13

Feliz San Valentín

Es un hecho.
Iba caminando por la calle con un libro en la mano y de repente me pareció TAN obvio.
Pero TAN obvio.
Y muchas personas ya deben haber escrito algo al respecto así que mi idea no es ninguna novedad.
Pero piénsenlo bien: si a todos se les ocurre, ¿no será porque en el fondo es irremediablemente cierto?
Una idea que me penetró la frente como un túnel de luz cegador y que fue como un momento Eureka inigualable.
Los libros.
San Valentín. 
LOS LIBROS!!!!!!
¿Cómo no me dí cuenta antes? 

Si voy a decir la verdad, San Valentín me parece la fecha de festejo inventada más nefasta de todas.
Totalmente discriminadora para las personas que están solteras.
¡Vayan y disfruten y consuman los que están enamorados! ¡Descuentos para ustedes!

Los que están solteros, jódanse.

Si voy a decir la verdad, puede que me lo tome un poquito personal. Porque me pareció muy fracasado ir por la calle con cinco amigas con combos de Mc Donalds mientras nos cruzabamos con parejas enamoradas, hombres con ramos de flores, y bueno, todo eso.
Aunque en realidad, pensar, escribir y encima DECIR esto en voz alta ya es lo más fracasado que puedo llegar a hacer. 

Y si voy a seguir diciendo la verdad y por ende seguir siendo una fracasada, creo solo me interesa pasar San Valentín con un buen libro.
Cuanto más meditaba al respecto y me reía para mis adentros de lo triste que suena todo,  más sentido tenía:
Podes estar con muchos al mismo tiempo.
Y sin embargo nunca te dejan.
Podes lastimarlos, podes escupirlos, pisotearlos, decir que son una mierda.
Pero ahí donde los dejaste, se quedan. Como perros fieles. 
Cada trama que haces tuya, cada personaje con el cual te identificás, cada gesto que te hace acordar a alguien más, todo lo que hay en un libro que te hace feliz, es tan real como una persona a la que amas y que te ama. 
Porque nada de eso es cierto, y personalmente nunca estuve tan demente como para terminar un libro y salir a buscar a un personaje por las calles, pero en el fondo, aunque sea un poquito… sí que es cierto. 
Tiene que ser cierto.
No importa si las vidas que nos apropiamos son de tinta y papel y no importa si cuando terminemos la última página tengamos que seguir con la vida real.
Eso es la vida real, porque más allá de todo, nos hace sentir.
Y creo que esa capacidad mágica que tienen es insuperable. 
Nos hacen sentir cosas verdaderas sobre cosas que no son verdad. 
Y discúlpenme, pero si eso no es magia entonces no sé qué lo será.
Y lo mejor de todo: al final de cada uno las cosas siempre pasan como uno quiere que pasen
Y sino, al menos tengo la satisfacción de cerrarlo y sentir que hice algo positivo con mi vida. Que invertí el tiempo de manera sana. Que aprendí. Que crecí.
Después de todas estas reflexiones subí a mi casa.
Me tiré en la cama. 
Miré mi libro. 
Le dí un beso…


No mentira, no le dí un beso, tan loca no estoy todavía. 
Pero un poquito quizás sí lo miré con cariño.
Y sonreí, porque supe que nunca más iba a odiar esta fecha.
El año que viene me encierro a leer y hago del 14 de febrero un 29.
Y con suerte terminaré quejándome de algo menos nocivo para mi salud mental, como la inexistencia de Papá Noel o lo egocéntrico que suena que Argentina tenga su propia hada de los dientes y que se llame El Ratón Pérez. 

Pero sobre eso, alguna otra vez será.

9.2.13

El fin de amar, sentirse más vivo


Parece tan simple como que te ví y me gustaste. O mejor dicho, te oí y me gustaste. Pero con vos no es tan fácil. Sos diferente a todos y no logro entender qué es lo que te hace así. Supongo que eso será el amor.
En verdad te conocí mucho antes de conocerte en serio, y a veces me pregunto cómo es que eso es posible, pero lo es. Me llegaba una melodía con tu voz y en verdad no le prestaba mucha atención.
Pero tu encanto pasa por ahí: ¡Si me habré enojado! Tratando de leerte entre líneas y  sin entender nada.
Ahora sos tan fundamental que te escucho y me siento plena.
Te amo y gracias a eso me siento más viva. Te amo porque me haces sentir más viva.
Sos tan perfecto que creo que nunca voy a saber qué es lo que más me gusta de vos.
Tu sensualidad casi ingenua me hipnotiza y lo mejor de todo es eso: que ni siquiera te das cuenta.
Te escucho y la piel se me eriza inevitablemente.
Gracias a tus canciones tristes siempre logro sentirme mejor.
Y si callé hasta ahora, es porque entendí todo: tu música es para volar.

El 15 de mayo del 2010 me llegó una noticia que me desgarró el corazón. Y mientras tanto vos te convertías en un hombre alado, lejos de una Tierra que ya comenzaba a extrañarte.

Jamás se va a borrar tu cicatriz en mí; que duele del placer que me da.
No sé si algún día estaré lista para despedirme de vos.
Si poder decir adiós es crecer, entonces es bien simple: no quiero ni voy a crecer.
Nunca.

4.2.13

Ceguera

Nunca me había pasado pero ahora que lo pienso en realidad sí
Solo que nunca había mirado hacia atrás
Y ahora que me doy cuenta me odio por haberme tapado tanto los ojos
Por haberme dejado llenar e inundar 
Cuando quizás era mejor parar  un poco y ver de dónde venía todo
A veces creo que me gusta ser ciega
Soy tonta o me gusta taparme los ojos con las manos para no ver lo que tengo en frente
O quizás sea algo patológico de todos los seres humanos, no querer ver la cruda realidad 
Me dejé llevar al punto en que lo miraba y juro por dios que no lo veía
Me reflejaba a mi misma y me sentía feliz por lo que producía en mí
Conciente o no de ello.
Y nunca frené a meterme en su cabeza, adentro suyo
No se me ocurrió ni por un segundo analizar si lo que me pasaba era una ilusión o si realmente había una respuesta del otro lado
Me sentía tan bien que parecía no interesarme
Pero en noches de insomnio como esta miro hacia atrás 
Y me doy cuenta que verdaderamente solo recordamos lo que nunca sucedió
Entonces admito con vergüenza que por mi propio bien no era tan difícil abrir aunque sea un poquito los ojos.

23.1.13

MAIL 4 Y ÚLTIMO- 21 DE ENERO

Hola a todos! Ya se acerca el final del viaje, así que esto seguramente sea lo último que escriba. La noche que llegamos a Salta terminamos durmiendo en el mismo hostel del principio (gracias a Dios) porque casi terminamos en la zona roja. Literalmente. Pero eso es otra historia. En fin, comimos Mc Donalds (no fuera a ser que bajáramos de peso, che!) y nos fuimos a dormir tempranito. A la mañana siguiente partimos para Cafayate y ahí nos quedamos 2 noches. Íbamos a hacer el camino de las 7 cascadas que es una excursión por el Rio Colorado, pero llovió muchísimo los tres días que estuvimos y no pudimos hacerlo. Así, turísticamente, solo fuimos a una bodega de vinos orgánicos (bodega Nanni- que es de la familia de pipi herlein) y una en donde fabricaban queso de cabra. Hicimos degustación y todo. Riquísimos. Y yo me hice amiga de las cabritas que había en los corrales (que raro, no?).  El viernes a la noche (primera noche) nos invitaron a un asado unos tucumanos rugbiers que estaban ahí porque al día siguiente había un seven de rugby y que los habíamos conocido en la plaza ese día. Re buena onda. Es muy loco como todos tienen tan buena onda. O sea, quién te invita a un asado en Bs As si te acaba de conocer? Nadie!  El sábado durante el día hicimos lo de las bodegas y a la noche nos invitaron a un pre/ fiesta de cumpleaños unos salteños que habíamos conocido la primera noche en salta. También unos divinos y nos re divertimos. Después fuimos a bailar al boliche de ahí, que había un montón de gente de Salta (le embocamos justo a las fechas- nosotras no teníamos ni idea). También muy divertido. Bailamos como no bailábamos desde Punta del Este, y sin ningún problema, porque no conocíamos a casi nadie! Jaja Ayer nos volvimos y Maca (la amiga de vicky de la facultad de los 1ros dias) nos invitó a su campo que queda en El Carril. Así que nos bajamos antes de Salta y acá estamos. Ayer comimos con la familia unos tamales riquísimos  nos bañamos en baños de verdad, dormimos en camas lindas con sabanas con olor a limpito y ahora estamos tiradas en la pileta tomando un poco de sol. En fin, nos están tratando como unas reinas y por suerte ahora podemos descansar de lo agotador del viaje de levantarnos temprano y andar con las mochilas de acá para allá. Ya hoy a la tarde/noche nos vamos para Salta y mañana temprano encaramos para el aeropuerto devuelta a casita!! Finalmente!  No se dan una idea lo que necesito mi cama, mi baño, ROPA LIMPIA, a Greta, todo!! En serio no saben lo que es mi mochila. Hace dos días la di de baja y decidí no lavar más ropa. Ayer cuando nos terminamos de bañar sufrimos viendo que ponernos para estar presentables frente a la familia de Maca. Obvio que nos pusimos lo que teníamos menos sucio y nos bañamos en perfume y crema para disimular. Es que ya la ropa aunque estuviera limpia se ensuciaría por estar en contacto con lo otro. Un asco. La mochila tiene olor a campamento de 7mo grado. Pero bueno, más allá de eso, el balance del viaje es SUPER positivo. No solo me divertí mucho (que era la idea) sino que aprendí un montón también. El guía del Pucara de Tilcara, cuando explicaba los colores de las montañas y su formación  nos contó que la cordillera de los Andes es un cordón montañoso que sigue creciendo a diferencia de otros. No sé porqué, pero me quedé pensando en eso y me vi a mi misma como la cordillera. Siempre, siempre estoy creciendo aunque sea con detalles. En este viaje no solo aprendí de cultura general, de historia, de paisajes y eso. Aprendí mucho de mi misma también, de cuál es mi limite de tolerancia, de cómo soy conviviendo en serio con mis amigas, que yo pienso que soy desordenada pero después de estar con gente peor que yo me doy cuenta que en realidad soy re prolija, o que también, por ejemplo, soy muy cómoda con ciertas cosas. Que si tengo que hacer algo lo hago, pero si alguien más se ofrece, yo no tengo problema en hacerme la boluda (eso con detalles como lavar, ir a pagar el hostel, etc). Y sé que tengo que mejorarlo así que esta buenísimo poder haberme dado cuenta de todas estas cositas. GRACIAS especialmente a papa, mama, bela y abu, que son los que hicieron posible este viaje. (Me siento en un discurso de algo hablando en frente a miles de personas, pero si no lo hago ahora no lo hago nunca). Así que bueno, eso. Y gracias por haberme leído y acompañado desde allá.
Hasta la vista.