28.2.13

Por vos


Se fue filtrando muy sutilmente
Esa idea de que todo era mejor 
Y por más que me veía a mi misma girando,
Igual tenía la esperanza de que vinieras
Que me sacaras una sonrisa igual que antes.

No sé porqué me dejé contaminar por esa idea 
No entiendo porqué hice de esa idea un virus que se expandió por todo mi ser.
Respiro, inhalo y exhalo para que se vaya,
Pero no hay caso.

Y soy tan terca que aunque me siento mejor cuando no estás,
Prefiero decir que te necesito.
Que lo necesito. 
Porque sufrir siempre es más fácil que ser feliz.
Porque sufrir, llorar, sentir dolor…
Es estar viva.

21.2.13

Yéndote

La ingenuidad me hizo creer que iba a caer en las tinieblas.
Que todo se iba a volver blanco y negro.
El masoquismo me metió la idea de que solo encontraría sufrimiento por más sufrimiento.
Que todo
(Todo)
Iba 
A dejar
De girar.


Pero ya me ves, sigo girando.
Y ya me ves, mi vida no es lo que pensé que sería.





Es mejor.

20.2.13

Fue

Entro en trance y trato de hacerlo.
Trato de escribir sobre algo que nunca me pasó.
Paro,
Y vuelvo a escribir,
Paro.
Quiero escribir sobre lo que no siento.
Para saber que se siente.
Quiero ponerme en la piel de alguien más y mutar.
Cierro los ojos,
Paro.
Y solo por hoy no ser más yo.
Solo por hoy,
Transformarme,
Ser un títere,
O una máscara.
Quiero escribir sobre algo que nunca me pasó.


Pero no puedo. Por vos ya cambié más de mil veces. 

Así que pará vos

15.2.13

Feliz San Valentín

Es un hecho.
Iba caminando por la calle con un libro en la mano y de repente me pareció TAN obvio.
Pero TAN obvio.
Y muchas personas ya deben haber escrito algo al respecto así que mi idea no es ninguna novedad.
Pero piénsenlo bien: si a todos se les ocurre, ¿no será porque en el fondo es irremediablemente cierto?
Una idea que me penetró la frente como un túnel de luz cegador y que fue como un momento Eureka inigualable.
Los libros.
San Valentín. 
LOS LIBROS!!!!!!
¿Cómo no me dí cuenta antes? 

Si voy a decir la verdad, San Valentín me parece la fecha de festejo inventada más nefasta de todas.
Totalmente discriminadora para las personas que están solteras.
¡Vayan y disfruten y consuman los que están enamorados! ¡Descuentos para ustedes!

Los que están solteros, jódanse.

Si voy a decir la verdad, puede que me lo tome un poquito personal. Porque me pareció muy fracasado ir por la calle con cinco amigas con combos de Mc Donalds mientras nos cruzabamos con parejas enamoradas, hombres con ramos de flores, y bueno, todo eso.
Aunque en realidad, pensar, escribir y encima DECIR esto en voz alta ya es lo más fracasado que puedo llegar a hacer. 

Y si voy a seguir diciendo la verdad y por ende seguir siendo una fracasada, creo solo me interesa pasar San Valentín con un buen libro.
Cuanto más meditaba al respecto y me reía para mis adentros de lo triste que suena todo,  más sentido tenía:
Podes estar con muchos al mismo tiempo.
Y sin embargo nunca te dejan.
Podes lastimarlos, podes escupirlos, pisotearlos, decir que son una mierda.
Pero ahí donde los dejaste, se quedan. Como perros fieles. 
Cada trama que haces tuya, cada personaje con el cual te identificás, cada gesto que te hace acordar a alguien más, todo lo que hay en un libro que te hace feliz, es tan real como una persona a la que amas y que te ama. 
Porque nada de eso es cierto, y personalmente nunca estuve tan demente como para terminar un libro y salir a buscar a un personaje por las calles, pero en el fondo, aunque sea un poquito… sí que es cierto. 
Tiene que ser cierto.
No importa si las vidas que nos apropiamos son de tinta y papel y no importa si cuando terminemos la última página tengamos que seguir con la vida real.
Eso es la vida real, porque más allá de todo, nos hace sentir.
Y creo que esa capacidad mágica que tienen es insuperable. 
Nos hacen sentir cosas verdaderas sobre cosas que no son verdad. 
Y discúlpenme, pero si eso no es magia entonces no sé qué lo será.
Y lo mejor de todo: al final de cada uno las cosas siempre pasan como uno quiere que pasen
Y sino, al menos tengo la satisfacción de cerrarlo y sentir que hice algo positivo con mi vida. Que invertí el tiempo de manera sana. Que aprendí. Que crecí.
Después de todas estas reflexiones subí a mi casa.
Me tiré en la cama. 
Miré mi libro. 
Le dí un beso…


No mentira, no le dí un beso, tan loca no estoy todavía. 
Pero un poquito quizás sí lo miré con cariño.
Y sonreí, porque supe que nunca más iba a odiar esta fecha.
El año que viene me encierro a leer y hago del 14 de febrero un 29.
Y con suerte terminaré quejándome de algo menos nocivo para mi salud mental, como la inexistencia de Papá Noel o lo egocéntrico que suena que Argentina tenga su propia hada de los dientes y que se llame El Ratón Pérez. 

Pero sobre eso, alguna otra vez será.

9.2.13

El fin de amar, sentirse más vivo


Parece tan simple como que te ví y me gustaste. O mejor dicho, te oí y me gustaste. Pero con vos no es tan fácil. Sos diferente a todos y no logro entender qué es lo que te hace así. Supongo que eso será el amor.
En verdad te conocí mucho antes de conocerte en serio, y a veces me pregunto cómo es que eso es posible, pero lo es. Me llegaba una melodía con tu voz y en verdad no le prestaba mucha atención.
Pero tu encanto pasa por ahí: ¡Si me habré enojado! Tratando de leerte entre líneas y  sin entender nada.
Ahora sos tan fundamental que te escucho y me siento plena.
Te amo y gracias a eso me siento más viva. Te amo porque me haces sentir más viva.
Sos tan perfecto que creo que nunca voy a saber qué es lo que más me gusta de vos.
Tu sensualidad casi ingenua me hipnotiza y lo mejor de todo es eso: que ni siquiera te das cuenta.
Te escucho y la piel se me eriza inevitablemente.
Gracias a tus canciones tristes siempre logro sentirme mejor.
Y si callé hasta ahora, es porque entendí todo: tu música es para volar.

El 15 de mayo del 2010 me llegó una noticia que me desgarró el corazón. Y mientras tanto vos te convertías en un hombre alado, lejos de una Tierra que ya comenzaba a extrañarte.

Jamás se va a borrar tu cicatriz en mí; que duele del placer que me da.
No sé si algún día estaré lista para despedirme de vos.
Si poder decir adiós es crecer, entonces es bien simple: no quiero ni voy a crecer.
Nunca.

4.2.13

Ceguera

Nunca me había pasado pero ahora que lo pienso en realidad sí
Solo que nunca había mirado hacia atrás
Y ahora que me doy cuenta me odio por haberme tapado tanto los ojos
Por haberme dejado llenar e inundar 
Cuando quizás era mejor parar  un poco y ver de dónde venía todo
A veces creo que me gusta ser ciega
Soy tonta o me gusta taparme los ojos con las manos para no ver lo que tengo en frente
O quizás sea algo patológico de todos los seres humanos, no querer ver la cruda realidad 
Me dejé llevar al punto en que lo miraba y juro por dios que no lo veía
Me reflejaba a mi misma y me sentía feliz por lo que producía en mí
Conciente o no de ello.
Y nunca frené a meterme en su cabeza, adentro suyo
No se me ocurrió ni por un segundo analizar si lo que me pasaba era una ilusión o si realmente había una respuesta del otro lado
Me sentía tan bien que parecía no interesarme
Pero en noches de insomnio como esta miro hacia atrás 
Y me doy cuenta que verdaderamente solo recordamos lo que nunca sucedió
Entonces admito con vergüenza que por mi propio bien no era tan difícil abrir aunque sea un poquito los ojos.