26.11.12

Un informe sobre Un informe sobre la banalidad del amor


Hace unas semanas fui al teatro a ver la obra más linda del mundo. No entiendo bien porqué, pero cuando terminó no podía parar de llorar mientras aplaudía. Hay algo en el arte, cosas que no podemos decir con palabras, que nos tocan bien adentro. Son pocas las piezas que lo hacen, pero cuando lo logran nos sacuden cada centímetro del cuerpo. 
“Un informe sobre la banalidad del amor” es una obra de Mario Diament, basada en la relación amorosa entre los filósofos Martín Heidegger y Hannah Arendt. Él, con inclinaciones políticas marcadamente nazis y ella, de origen judío. En los cinco encuentros que se representan (de más está decir que por los magníficos Osmar Núñez y Alejandra Darín) se desarrolla algo más que una simple historia. Cada palabra, cada gesto y cada mirada logran transmitir algo inexplicable. Uno ve la obra y a medida que transcurre siente que algo en su interior va creciendo- o encogiéndose. Es una especie de angustia por la irracionalidad y la imposibilidad de ese amor y al mismo tiempo una esperanza de que el amor triunfará. 
En uno de sus ensayos, Hannah Arendt escribió sobre la “banalidad del mal” y de cómo la condición humana es tan compleja que muchas veces terminamos haciendo cosas malas por el simple contexto en el que nos encontramos. Ingeniosamente, en este informe sobre la “banalidad del amor”, se representa esa falta de sentido que también es común a las relaciones humanas. ¿Cómo puede ser que dos personas se amen de tal forma a pesar de todas sus diferencias ideológicas, políticas? Y al mismo tiempo uno siente empatía por el personaje de Arendt que así como ama, sufre por ese Martín que nunca termina de jugarsela, que se contradice entre lo que hace y dice y que trata de justificarse ante ella con cualquier motivo.
Realmente sorprende lo que transmiten con tanta simpleza. Cuando terminó la obra nos quedamos charlando con Alejandra Darín y en su humildad nos dio un gran consejo “dicen que para ser actor hay que saber mentir… pero al contrario, hay que saber encontrar la verdad”. No puede ser más cierto y no puede haberlo dicho mejor. En especial porque esta obra en particular tiene una verdad entre líneas que es fácilmente aplicable a todas las épocas, más allá de que sea una historia que se dio hace casi 70 años. No es fácil de decir, pero hay una frase que lo resume con simpleza:
“El amor es amoral”.