14.3.13

¡El Papa es Argentino!

No lo sé, quizás por mi deber de periodista me gusta leer y leer e informarme antes de sentarme a sacar conclusiones. Y como siempre digo: la calidad es mejor que la cantidad. En el fondo, no se trata de cuánto averiguemos del tema. Sino qué. 
“El Papa es argentino”. Inevitablemente se me viene a la cabeza la famosa frase relacionada con el mundo futbolístico que dice “Dios es argentino” y me causa gracia. ¿Qué tantas señales premonitorias había? Parece chiste que el Papa sea el representante principal de Dios en la Tierra, y que muchos años antes hayamos anunciado aquella frase en forma anecdótica. 
¿Pero qué significa, después de todo, que el Papa sea argentino? Y no me refiero a lo importante que es para el país, para que nos conozcan y nos reconozcan, para renovar la esperanza, etc. Me refiero a las consecuencias que va a traer. 
Después del impacto inicial: ¿Qué sigue? ¿Cómo sigue? Nadie puede tener la certeza. Por la cara del cardenal Bergoglio- ahora Francisco- apenas salió al balcón creo que ni él lo sabe. 
Yo no tengo idea pero porque aun soy joven y quizás no pueda medir el impacto de un hecho como este.
Académicos, profesores, politólogos, expertos, religiosos no pueden saberlo porque la historia se hace de a poco, y en el fondo nadie puede predecir el futuro.
La presidenta de La Nación, que tantos cruces ha tenido con él, tampoco puede hacer conjeturas. Su relación va a cambiar, inevitablemente.
Francisco no tiene cómo saberlo.
Ni los cardenales que lo eligieron tienen cómo saberlo.
¿Significará un cambio real para la Iglesia? ¿Una renovación, una reforma radical? ¿O seguirá siendo lo que fue?
¿Habrá sido un buen augurio la humildad que expresó el Papa Francisco al pedir que recen por él y al vestirse todo de blanco, sin ornamentos?
¿Finalmente nos tendrán en cuenta mundialmente más allá de nuestros logros deportivos?
¿Podremos dejar de lado nuestra incapacidad para vivir socialmente y aprender, como los jesuitas, a respetar y ser generosos con el prójimo, especialmente el que más lo necesita?


Solo tengo una certeza: sin lugar a dudas lo que se anunció ayer es el hecho más importante que le tocó vivir a la Argentina históricamente a nivel mundial.

La magnitud de toda esta vorágine me revuelve el estómago- en el mejor de los sentidos y en el peor de los sentidos. 
Ya está, ya lo sabemos. Ya el planeta entero lo sabe.

¿Y ahora?


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