3.7.11

Buenos Aires Ciudad II

Qué pena que siento por aquellos que tienen ojos y siguen ciegos ante tanta belleza; cómo me lastima el corazón que vivan sin vivir rodeados de razones para ser felices, pero quejándose y malgastando el tiempo por todo lo que no es tan bueno.
Este país tiene tantas cosas buenas... Solo hay que saber encontrarlas. Qué podemos decir de Jorge Luis Borges, de Julio Cortázar, de Adolfo Bioy Casares, de Silvina Ocampo, de ganadores de premios nobel... y puedo seguir. La cordillera de Los Andes, las cataratas del Iguazú, los esteros del Iberá, las sierras de Córdoba, el norte, el sur, los glaciares, los paisajes paradisíacos, la ciudad de Buenos Aires con su crisol de culturas, influencias francesas, inglesas, estadounidenses, italianas, alemanas, pero que forman a una ciudad única, una ciudad que se asemeja a Nueva York por ser un lío perfecto, si es que el oximoron es válido...
Una historia tan rica, tan llena de acontecimientos, tantos próceres, José de San Martín, importante no solo acá sino también en todo latinoamerica. Domingo Sarmiento, ¿sabían que hay una estatua suya en Massachusetts?
Ni hablar de la cultura tradicional, la gauchesca, los mates... Caminar por El Caminito y sentir la emoción del pasado, el encanto de la época colonial. Qué pasado tan interesante, qué pasado tan extraordinario.
Ya se que hay manifestaciones todos los días, paros, robos, descontrol, pero hay que aprender a ver el macro de las cosas, hay que abrir un poco más los ojos y encontrar la belleza a la vuelta de la esquina.

Yo tengo millones de razones para estar orgullosa del país en que vivo. Quienes no las tengan, pobres de ellos, porque cada día será un martirio. Para mí, cada día en que habito el suelo argentino es uno más de felicidad, porque sé que Dios me puso en el lugar correcto.

1 comentario:

  1. Me encantó esta idea Sofi! Deberían leerla varios para ganar un poco de optimismo. Geniaaa!

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