14.10.12
Juegos Incompletos
Qué bien que se siente, dejarte con las ganas. Estirar la cuerda hasta que no de más y cuando esté por romperse, que sea tu lado el que vuelve hacia el mío.
Qué bien que se siente, cuando ser orgullosa me sale bien. Es como si una mínima dosis de éxito corriera por mis venas, como si una conciencia superior me susurrara al oído: “Felicitaciones, lo hiciste otra vez”.
Es adictivo, es un juego que no puedo dejar de jugar, porque cada vez que venís a mí me sonrío a mi misma por haber aguantado el tiempo necesario sin buscarte yo primero.
Me enseñan que ser orgullosa está muy mal, pero yo prefiero seguir como estoy… simplemente para jugar a estos juegos y para poder respirar tranquila y descansar mis músculos cada vez que los gano.
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