6.10.13

Por ti

María sacó a pasear a su perro pero su perro se escapó.
Tiró fuerte de la correa y ella no pudo sostenerlo.
El perro corrió y se alejó sin mirar atrás.

María se sentó en un banco de la plaza.
Contó a los niños que pasaban, a las familias felices.
Vio a todos los corazones que latían por todo lo que el suyo no lo hacía.
Suspiró.


Cuando su perro volvió, María estaba quieta en su lugar.
Su perro se acercó a olfatearla, y lloró cuando se dio cuenta que ya era tarde.


María murió esperándolo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario